Amamos a nuestros seres queridos, pero
dejamos que su carne la coman los gusanos.
dejamos que su carne la coman los gusanos.
Jeta de ministro
En los bares de suburbio, abundaban platos con nombre sugerente: ensalada imperial, pies de ministro, ... Tras la democracia española, algunos platos cambiaron de nombre, la imperial pasó a ensalada rusa, desaparecieron los “pies de ministro” y nacieron los pies de cerdo. Nunca vi un plato llamado jeta de ministro, ahora os cuento como prepararlo.
Ración
1 Jeta por comensal o una para varios, según el rango.
Elección
Las jetas de ministro tienen algo en común: su inmenso tamaño. Otras carnes pueden elegirse ya descuartizadas, pero no así la jeta de ministro que requiere un período de observación previa. Los ministros son fácilmente accesibles. Elegimos a uno de ellos, le miramos a los ojos: si su cara cambia de color, su carne es fresca, si mantiene el color, su carne está pasada, si se pone pálido le queda poca vida, no arriesgue en él.
Otra opción es fijarnos en el curtido de su piel. Si la cara es de color moreno-albañil, nos hemos equivocado de sujeto; si es moreno saludable, de nieve o de mar: hemos acertado. Si es rojilla con los ojos saltones: es un ministro ruso. Si sus ojos están rasgados: es chino o japo.
Preparación
Una vez haya elegido a su pieza, preséntele una vedette porno para alegrarle el ojillo, o preséntelo un financiero para alegrarle el bolsillo.
Lávele la cara, si el sujeto está saliendo de un estudio de TV. Si lo encuentra en la calle, sea Vd. piadoso: límpiele el sudor de la frente, con algodón blanco. Si el ejemplar es de ministra, cuide las pestañas y el rimel. Use crema desmaquilladora y acetona para limpiar la cara de la señorita; después, pase una plancha muy caliente, suavemente, para estirar las arrugas.
Los ojos acostumbran a tener buen aspecto, sin lágrimas. Las lágrimas son saladas, pero como los ministros nunca lloran su jeta es sosa. Sazónela con alegría.
Deshuésela igual que la jeta de cerdo, pero reconstruya después su expresión inicial, hasta que parezca humana.
Cocción
La jeta de ministro pertenece al grupo genérico de “carnes de político” (consulte el apartado en este libro). Se guisa en su jugo, igual que esas otras carnes, pero, al ser más dura, requiere más tiempo de cocción.
Sírvase sobre una corona, de laurel.
Esta receta es para guisar jeta de ministro. En los comercios de menudillos encontrará otras variedades como jeta de consejero: regional, comarcal, provincial, municipal, de distrito, de barrio … Haber, haylos.
Ración
1 Jeta por comensal o una para varios, según el rango.
Elección
Las jetas de ministro tienen algo en común: su inmenso tamaño. Otras carnes pueden elegirse ya descuartizadas, pero no así la jeta de ministro que requiere un período de observación previa. Los ministros son fácilmente accesibles. Elegimos a uno de ellos, le miramos a los ojos: si su cara cambia de color, su carne es fresca, si mantiene el color, su carne está pasada, si se pone pálido le queda poca vida, no arriesgue en él.
Otra opción es fijarnos en el curtido de su piel. Si la cara es de color moreno-albañil, nos hemos equivocado de sujeto; si es moreno saludable, de nieve o de mar: hemos acertado. Si es rojilla con los ojos saltones: es un ministro ruso. Si sus ojos están rasgados: es chino o japo.
Preparación
Una vez haya elegido a su pieza, preséntele una vedette porno para alegrarle el ojillo, o preséntelo un financiero para alegrarle el bolsillo.
Lávele la cara, si el sujeto está saliendo de un estudio de TV. Si lo encuentra en la calle, sea Vd. piadoso: límpiele el sudor de la frente, con algodón blanco. Si el ejemplar es de ministra, cuide las pestañas y el rimel. Use crema desmaquilladora y acetona para limpiar la cara de la señorita; después, pase una plancha muy caliente, suavemente, para estirar las arrugas.
Los ojos acostumbran a tener buen aspecto, sin lágrimas. Las lágrimas son saladas, pero como los ministros nunca lloran su jeta es sosa. Sazónela con alegría.
Deshuésela igual que la jeta de cerdo, pero reconstruya después su expresión inicial, hasta que parezca humana.
Cocción
La jeta de ministro pertenece al grupo genérico de “carnes de político” (consulte el apartado en este libro). Se guisa en su jugo, igual que esas otras carnes, pero, al ser más dura, requiere más tiempo de cocción.
Sírvase sobre una corona, de laurel.
Esta receta es para guisar jeta de ministro. En los comercios de menudillos encontrará otras variedades como jeta de consejero: regional, comarcal, provincial, municipal, de distrito, de barrio … Haber, haylos.
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